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Control de tabaco


La epidemia de tabaquismo es un problema internacional con devastadoras consecuencias sanitarias, sociales, económicas y ambientales que hoy es responsable de más de 5 millones de muertes anuales a nivel mundial, y de costos sanitarios y ambientales que exceden las recaudaciones fiscales por impuestos al tabaco. Esta epidemia se cobra más vidas que la tuberculosis, el VIH/SIDA y el paludismo juntos y representa la primera causa de muerte prematura evitable a nivel mundial.

El aumento del consumo y de la producción de cigarrillos y otros productos de tabaco en el mundo entero, particularmente en los países en desarrollo, la elevación de la mortalidad atribuible al tabaco que se observa en estos países, así como la carga que ello impone a las familias, a la población de bajos recursos y a los sistemas nacionales de salud, hacen que las políticas de control de tabaco constituyan una prioridad en la agenda gubernamental internacional.

El tabaquismo es una adicción reconocida científicamente. La nicotina es una sustancia adictiva, y los cigarrillos y algunos otros productos que contienen tabaco están diseñados con el fin de crear y mantener la dependencia. Asimismo, muchos de los compuestos que contienen y el humo que producen son farmacológicamente activos, tóxicos, mutágenos y cancerígenos, por lo que también la exposición al humo de tabaco es causa de enfermedad y muerte en las personas no fumadoras.

  • Durante el siglo XX, murieron 100 millones de personas por causas vinculadas al tabaco.
  • Si continúa la tendencia actual, 1.000 millones de personas morirán este siglo debido al consumo.
  • Esta epidemia es completamente prevenible.

En los últimos años se ha avanzado significativamente en materia de control de tabaco. Más de 181 países ratificaron el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco (CMCT), primer tratado internacional de salud pública. Este convenio implica la puesta en marcha de una estrategia mundial en la lucha contra la epidemia del tabaquismo. Sin embargo, la Argentina es el único país de América del Sur y uno de los pocos del mundo que firmó el CMCT y no lo ha ratificado.

Según el Ministerio de Salud, la epidemia del tabaquismo afecta en Argentina a casi 9.000.000 de personas. La última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (2018) arrojó que el 22,2% de la población adulta consume tabaco. El consumo de tabaco es la primera causa evitable de muerte prematura: produce más de 44.000 muertes anuales. De acuerdo al Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria, nuestro país gasta cada año más de 20.000 millones de pesos en atender las enfermedades que provoca la adicción al tabaco y 6.000 personas que no fuman mueren como consecuencia de la exposición al humo de tabaco ajeno. Sólo la acción de los gobiernos y la sociedad civil permitirá contrarrestar los devastadores efectos de esta epidemia tienen para la salud pública.