Con el objetivo de promover el ejercicio físico y garantizar una mejor calidad de vida en la población, la Organización Mundial de la Salud instauró el 6 de abril como el día mundial de la actividad física.
La práctica de actividad física de forma regular previene enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y artritis; ayuda a controlar la hipertensión; mantiene los músculos y huesos sanos; disminuye el estrés, la depresión y la ansiedad; agudiza la mente, mejora la concentración y la memoria; produce bienestar por la liberación de endorfinas; ayuda a aumentar la productividad laboral y a mejorar el rendimiento escolar y colabora para tener un mejor descanso.
En Argentina, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2013, el 55,1% de la población presenta un nivel de actividad física bajo y menos del 20% de los adolescentes realiza la actividad física sugerida para su edad, en base a la Encuesta Mundial de Salud Escolar 2012.
Recomendaciones de la OMS:
– Grupo de 5 a 17 años de edad: este grupo debería realizar al menos 60 minutos diarios de actividad física moderada.
– De 18 a 64 años: este grupo debería realizar como mínimo 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada, o 75 minutos de actividad física vigorosa, o alguna combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
– Mayores de 65 años: las principales recomendaciones para este grupo son las mismas que para el anterior. Además, los ancianos con escasa movilidad deben realizar actividades físicas para mejorar el equilibrio y evitar las caídas, al menos 3 días por semana. Cuando no puedan realizar la cantidad recomendada por problemas de salud, deben mantenerse tan activos como se lo permitan sus capacidades y su estado de salud.
¡Moverse es salud!