Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, las organizaciones alertan sobre la necesidad de sancionar una ley que incluya ciertos requisitos para que la medida logre reducir la epidemia de tabaquismo de manera efectiva y sostenidamente en el tiempo.
(Buenos Aires, 26 de mayo de 2016). En el marco del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra el próximo 31 de mayo, FIC Argentina junto a más de 35 organizaciones y coaliciones declaran su apoyo a la sanción del decreto 626/2016, por el cual el gobierno estableció un incremento de impuestos internos a los cigarrillos del 60% al 75% que se puso en marcha el 1 de mayo y estará vigente hasta diciembre de este año. A su vez, las organizaciones solicitan a las autoridades de gobierno la pronta sanción de una ley que garantice la continuidad y el fortalecimiento de la medida y que cumpla con una serie de requisitos indispensables para asegurar la reducción efectiva y progresiva del tabaquismo en los fumadores actuales y la prevención de la iniciación en los niños.
En este sentido, las organizaciones coinciden en que la ley debe garantizar que el aumento de los impuestos se traduzca en un incremento significativo de los precios de los productos de tabaco con el objetivo de desincentivar el consumo. Además, señalan que este aumento significativo debe buscar que cada vez haya menos diferencia de precios entre las marcas, para lo cual es fundamental aplicar un impuesto específico (es decir, un monto fijo por paquete) y no solo un aumento del porcentaje de los impuestos. «Luego de la entrada en vigencia del decreto la brecha de precios entre los cigarrillos más baratos y los más caros aumentó del 50% al 84%. Es decir, hoy hay más dispersión de precios que antes del aumento, lo cual da mucho margen para que los fumadores se pasen hacia las marcas más baratas. Esta sustitución reduce el impacto sanitario de la medida y por eso es prioritario incluir un impuesto fijo por paquete que reduzca la dispersión de precios entre marcas y disminuya el consumo», declara Verónica Schoj, directora ejecutiva de FIC Argentina.
Por otro lado, las organizaciones resaltan que la medida también debe contemplar que el incremento de impuestos afecte a todos los productos de tabaco y no sólo a los cigarrillos, para evitar la migración a otros productos como tabaco para armar, cigarritos, cigarros, entre otros. Actualmente los impuestos a estos productos de tabaco alternativos son extremadamente bajos (entre el 16% y el 20%) en comparación con los impuestos que gravan a los cigarrillos. El decreto 626/2016 sólo aumentó el impuesto a los cigarrillos y con una regulación de este tipo, que no alcanza a todos los productos de tabaco por igual, se corre el riesgo de que los fumadores sustituyan el consumo de cigarrillos por otros productos, lo cual atenta contra el objetivo de la medida que es reducir el consumo de toda forma de tabaco. Por último, los firmantes declaran que se deben establecer ajustes periódicos y programados que compensen los efectos de la inflación y sobrepasen el crecimiento del ingreso para evitar que los impuestos se licuen y el precio real de los cigarrillos caiga.
«Otro de los ejes que creemos indispensable es que la medida sea acompañada por una activa política de control y fiscalización por parte del Estado que asegure la protección de su recaudación y brinde datos fidedignos de volumen de ventas y comercio ilegal, información que hoy en día es manejada exclusivamente por la industria tabacalera. Esta industria se opone fuertemente al aumento de los impuestos al tabaco para proteger su negocio y utiliza como principal argumento el supuesto aumento del comercio ilícito manipulando la información. Por eso, el control debe estar exclusivamente en manos del Estado y una política de impuestos al tabaco debería incluir la puesta en marcha de mecanismos de control de las ventas legales y del comercio ilícito como ya se ha implementado en otros países de la región y del mundo», resalta Verónica Schoj, directora de FIC Argentina.
El tabaco es responsable de más de 40.000 muertes al año que podrían ser evitadas. En Argentina aún fuma 1 de 4 personas y la edad de inicio al consumo se sitúa entre los 12 y 13 años según el Ministerio de Salud de la Nación. El aumento del precio de los productos de tabaco vía impuestos es la medida individual más efectiva para reducir el tabaquismo y su impacto sanitario, económico y social: un aumento del 50% del precio real de los cigarrillos, reduciría un 15% el consumo de tabaco y aumentaría en $17.400 millones de pesos adicionales la recaudación anual del Estado, según una investigación de FIC Argentina difundida recientemente.
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