El encuentro se desarrolló el lunes 9 de la abril en la Ciudad de Buenos Aires con el objetivo de promover espacios de diálogo entre los actores más relevantes en temáticas de producción, comercialización, distribución y promoción del consumo de frutas y verduras.

Para ello, participaron referentes del Ministerio de Salud de la Nación, del Ministerio de Agroindustria y otros organismos del sector público que trabajan con el tema. También estuvieron presentes expertos académicos y representantes de sociedad civil, tanto de organizaciones de salud como de nutrición, consumidores, etc. A fin de fomentar el diálogo, los participantes trabajaron en grupos sobre ciertos ejes de discusión y, al cierre de la jornada, expusieron las principales conclusiones de sus debates con el resto de los asistentes.

El encuentro se enmarca dentro de un estudio de investigación financiado por el International Development Research Centre – Canadá (IDRC) que busca promover dietas más saludables y prevenir las enfermedades no transmisibles en la Argentina. En este estudio, FIC Argentina cuenta con una consultoría internacional de Corinna Hawkes, experta en políticas de alimentación saludable y salud pública del Reino Unido. Corinna también es profesora en el Centre for Food Policy y Co-chair en el Global Nutrition Report.

La ingesta actual de frutas y verduras en la Argentina se encuentra muy por debajo de esta meta: según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) 2013, el promedio diario de porciones de frutas o verduras consumidas por la población adulta no llega a las 2 por persona. Por otro lado, según la Encuesta Mundial de Salud Escolar realizada en 2012 por el Ministerio de Salud de la Nación, de la población adolescente de entre 13 y 15 años, sólo el 17,6% cumple con la recomendación.

Por ese motivo, es necesario involucrar a diversos actores ligados a la temática a fin de trazar soluciones para promover un mayor consumo de frutas y verduras en la población. En paralelo, es necesario instar a los gobiernos a adoptar medidas que aumenten la disponibilidad, asequibilidad y el consumo de estos alimentos a fin de reducir el impacto de las enfermedades no transmisibles y proteger la salud.