La campaña global de la OMS llama a proteger a los jóvenes ante la manipulación de la industria tabacalera. En nuestro país se detectaron tácticas publicitarias en múltiples canales que buscan promover el consumo en esta población y por eso es necesario fortalecer la regulación vigente.
(Buenos Aires, 28 de mayo) Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra todos los años el 31/05, la OMS llama a exponer las tácticas engañosas usadas por la industria tabacalera para atraer a las generaciones más jóvenes al consumo de sus productos. En Argentina se replica la situación identificada a nivel global: el marketing del tabaco está presente en múltiples canales y se enfoca, especialmente, en atraer la atención del público más jóven a través de conceptos ligados a la diversión, la independencia y la creatividad.
Las tabacaleras desarrollan acciones integrales de marketing, utilizando tanto la publicidad tradicional como la publicidad digital y los programas de responsabilidad social empresaria (RSE). En base a relevamientos de FIC Argentina, estas empresas implementan una estrategia combinada en nuestro país que incluye:
– Punto de venta. Las empresas diseñan displays luminosos y coloridos que ocupan gran espacio en los kioscos. También colocan avisos publicitarios visibles desde el exterior y promociones con precios de descuento, ambos aspectos violan la normativa de control de tabaco vigente.
– Exhibición de productos de tabaco. Se trata de una estrategia muy utilizada por la industria en contextos de restricción a la publicidad y promoción de tabaco para continuar mostrando sus productos y así incentivar su consumo.
– Packaging. Las empresas aprovechan los paquetes para destacar algunas características de los productos como el sabor y, además, lo utilizan como un canal complementario para difundir promociones, concursos y nuevos lanzamientos.
– Acciones digitales y de comunicación directa. Ante prohibiciones parciales de publicidad, las empresas redireccionan su marketing a internet donde realizan campañas de e-mail y concursos en los sitios webs de sus marcas.
– Eventos y fiestas. Paradores, boliches y recitales son los espacios que las empresas priorizan para montar stands donde proponen iniciativas atractivas para el público jóven (juegos, promociones de “combos” de cigarrillos, etc).
– Publicidad encubierta en ficciones de cine y televisión. La presencia de actores fumando en las películas es una de las estrategias de publicidad históricas que ha utilizado la industria tabacalera.
– Programas de RSE. En Argentina, estas acciones se desarrollan principalmente en provincias tabacaleras. Las acciones de RSE son herramientas utilizadas por las empresas para aumentar su credibilidad, acceder e influir en los formuladores de políticas y crear aliados para evitar o debilitar la regulación de control de tabaco.
Argentina no cuenta con una prohibición total de la publicidad de tabaco, de forma que las empresas aprovechan los vacíos legales para desplegar estas estrategias para atraer a nuevos consumidores. En simultáneo, las empresas violan constantemente la normativa vigente, lo que también pone en evidencia la falta de un sistema de fiscalización efectivo. “Es necesario que el marco regulatorio se actualice y se adapte a los estándares internacionales que prohíben toda forma de publicidad, promoción, patrocinio y exhibición de productos de tabaco para cumplir con las obligaciones de proteger el derecho a la salud de la población”, señaló Marita Pizarro, codirectora de FIC Argentina. Y agregó: “La pandemia actual pone al descubierto una vez más la urgencia de adoptar medidas firmes de control de tabaco ya que los fumadores integran el grupo de mayor riesgo ante el COVID-19”.
Sobre la situación del tabaquismo en nuestro país:
Argentina presenta una de las cifras de prevalencia de consumo de tabaco más altas de la región: el 22,2% de la población adulta fuma y la edad de inicio se sitúa entre los 12 y 15 años, en base a las últimas encuestas oficiales. Por día mueren alrededor de 122 personas por causas relacionadas al tabaquismo (unas 44.851 muertes al año).