La obesidad está aumentando de forma alarmante, tanto en adultos como niños, niñas y adolescentes. Para detener su avance es necesario que el Estado Nacional diseñe políticas públicas que faciliten la adopción de hábitos de consumo más saludables.
(Buenos Aires, 12 de noviembre) Las últimas encuestas oficiales reflejan que el exceso de peso, y la obesidad particularmente, aumentaron a una velocidad preocupante en los últimos años. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2018, el 66,1% de la población adulta tiene exceso de peso, donde el sobrepeso alcanza al 33,1% y la obesidad al 32,4%. En niños, niñas y adolescentes el exceso de peso figura como el problema más grave de malnutrición, con una prevalencia de 13,6% en menores de 5 años y de 41,1% en el grupo de 5 a 17 años, según la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (ENNyS 2018).
Esta tendencia también se observa en otros países de la región: la prevalencia de exceso de peso en la región es de 7,5% en menores de 5 años y de 30,6% en niños, niñas y adolescentes entre 5 y 19 años, según un informe elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y la OMS.
A pesar de que el sobrepeso y la obesidad vienen aumentando hace varios años, Argentina aún no cuenta con un marco normativo integral para la prevención de esta problemática. “El Estado debe implementar, con urgencia, una serie de medidas que garanticen el acceso a alimentos saludables y disminuyan el consumo de productos de baja calidad nutricional”, señaló Lorena Allemandi, directora del área de alimentación de FIC Argentina. Y agregó: “Esperamos que el nuevo gobierno diseñe medidas que pongan el foco en la malnutrición y en los sectores más vulnerables, quienes más sufren esta problemática”.
Existe un paquete de políticas recomendadas para controlar y detener la obesidad y mejorar los entornos alimentarios. Una de estas medidas es la implementación de un etiquetado de advertencias en el frente de los envases, que alerta de forma simple al consumidor cuando un producto tiene exceso de algún nutriente crítico como sal, azúcar y/o grasas. De esta manera, los consumidores pueden acceder fácilmente a la información sobre el contenido de los alimentos y así elegir las opciones más saludables.