El proyecto establece una modificación en las alícuotas de los impuestos internos a los productos de tabaco y a algunas bebidas alcohólicas. Si bien fue presentada como una medida en línea a los estándares de OMS, el proyecto tiene serias debilidades. De convertirse en ley, el precio de los cigarrillos podría bajar.
(Buenos Aires, 20 de diciembre) El proyecto de reforma tributaria aprobado ayer en la Cámara de Diputados establece una modificación en los impuestos a los productos de tabaco y algunas bebidas alcohólicas. Inicialmente las bebidas azucaradas también iban a ser alcanzadas por la reforma pero, tras la interferencia de actores ligados a esta industria, el gobierno decidió mantener el esquema vigente. Una situación similar ocurrió con el vino, el que mantendrá su esquema impositivo actual (0%).
Un eje preocupante de la medida es la interferencia de las industrias de productos no saludables en el diseño de la política pública y, en esta línea, la decisión del gobierno de ajustar la medida a sus intereses comerciales en detrimento de los intereses de salud pública. Otro aspecto crítico de la reforma es la modificación en los impuestos a los cigarrillos: establece una disminución en la alícuota (del 75% vigente al 70% y un mínimo de $28) que podría generar una reducción de los precios de venta especialmente en las marcas más caras, que tienen más del 70% del mercado. En consecuencia, podría aumentar el consumo de estos productos. “Se trata de una medida regresiva en la protección del derecho a la salud ya que el año pasado se sancionó un decreto que aumentaba el precio de estos productos y, por el contrario, se propone una baja de los impuestos internos”, señaló Marita Pizarro, codirectora ejecutiva de FIC Argentina.
“Es muy preocupante para la salud pública de nuestro país que los intereses de las grandes corporaciones estén sobre la protección de la salud. A su vez, la sanción de una medida como esta obstaculiza la promoción de políticas fiscales efectivas en el futuro”, indicó Belén Rios, codirectora ejecutuva de FIC Argentina. Y agregó: “Desde la sociedad civil venimos trabajando hace muchos años en políticas de prevención del consumo de tabaco y en medidas que promueven la adopción de hábitos saludables, lamentamos que no se nos haya convocado en el proceso de diseño de la medida”.
Días previos al tratamiento de la reforma en la Cámara de Diputados, FIC Argentina junto a más de 50 organizaciones de la sociedad civil y a referentes del ámbito de la salud difundieron una declaración donde alertaban sobre el posible impacto negativo para la salud pública de la reforma y, por lo tanto, solicitaban mejorar el proyecto. Lamentablemente las recomendaciones no fueron plasmadas en el texto final.
El consumo de productos de tabaco, así como de alimentos y bebidas no saludables y el consumo nocivo de alcohol son factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles que, en la Argentina y en el mundo, son la principal causa de muerte. Dada la magnitud de esta epidemia es necesario que los gobiernos avancen con medidas de protección de la salud. En este sentido, el aumento de precio de los productos no saludables es la medida más costo efectiva en sí misma ya que impacta directamente en el consumo.