Así lo indica una reciente investigación de FIC Argentina. Debido a la falta de políticas fiscales eficaces para reducir la epidemia de tabaquismo, la asequibilidad (o poder de compra) de los cigarrillos se duplicó en los últimos 10 años en los sectores de menores ingresos, que son quienes más sufren las consecuencias del tabaco.
(Buenos Aires, 8 de abril de 2015). Investigadores de la Fundación Interamericana del Corazón Argentina publicaron en la Revista Panamericana de Salud Pública de la OPS un estudio que describe la evolución del precio de los cigarrillos en relación al poder de compra (la facilidad con la que se pueden adquirir) desde el año 2004 al 2014 para distintos grupos socioeconómicos de nuestro país.
La investigación arrojó que, si bien el precio nominal (o precio de bolsillo) de los cigarrillos ha aumentado en Argentina, el incremento fue inferior al aumento de los ingresos de la población. Hoy es mucho más fácil comprar cigarrillos (para toda la población, pero en especial para los sectores de menores ingresos) que hace diez años atrás, lo cual estimula su consumo.
Durante la última década, debido a que no hubo una política de impuestos al tabaco con el objetivo de proteger la salud de la población, se volvió relativamente más fácil adquirir cigarrillos, especialmente en el 25% de la población más pobre, que fue el grupo en el que más aumentaron los ingresos. Según el estudio, en 2004 la población más vulnerable podía comprar 96 paquetes de cigarrillos con un sueldo promedio y en 2014, 193 paquetes (es decir un 102% de aumento del poder de compra de cigarrillos), mientras que el 25% de la población de mayores recursos podía comprar 319 paquetes en 2004 y 519 en 2014 (63% de aumento en el poder de compra de cigarrillos). Sin medidas fiscales para luchar contra la epidemia del tabaquismo, la facilidad con la que los consumidores y potenciales consumidores pueden adquirir productos de tabaco en relación al ingreso (asequibilidad) creció en toda la población, pero proporcionalmente creció más en la población de menores recursos, generándose así un mayor perjuicio para la salud de los sectores más vulnerables.
«La falta de una política fiscal sobre los cigarrillos que supere el incremento de los ingresos resulta en un problema de salud pública ya que aumenta las desigualdades sociales, favoreciendo el consumo de tabaco especialmente entre los sectores más vulnerables de la sociedad que son los más perjudicados por la epidemia del tabaquismo», afirma Verónica Schoj, directora ejecutiva de la Fundación Interamericana del Corazón Argentina. Y agrega: «El riesgo de muerte atribuible al tabaco es un 40% mayor en fumadores de los sectores de bajos ingresos respecto de los sectores de mayores ingresos. Esto es así debido a que tienen peores condiciones de vida y peor acceso al sistema de salud, por lo que la epidemia del tabaco aumenta las inequidades, perpetúa el ciclo de la pobreza y representa una barrera para el desarrollo económico y social».
Una política de impuestos que reduzca la asequibilidad o poder de compra de los productos de tabaco es la medida más costo-efectiva para luchar contra la epidemia. Su principal impacto se observa en la prevención del tabaquismo en niños, niñas y adolescentes, con énfasis en los de bajo nivel socioeconómico. Además reduce el consumo de tabaco en fumadores actuales, favorece la cesación tabáquica, disminuye los costos sanitarios por enfermedades atribuibles al tabaco e incrementa los ingresos fiscales.
Si bien Argentina avanzó en la implementación de medidas de control de tabaco en los últimos años, aún el 25,1% de la población adulta y el 19,6% de los adolescentes de 13 a 15 años consume tabaco. A su vez, el consumo per cápita se ha mantenido estable en los últimos 15 años, alrededor de 70 paquetes per cápita anuales para la población mayor de 15 años. La principal razón que explica este escenario es la ausencia de políticas fiscales. En este sentido, el estudio señala que el aumento de la asequibilidad de los cigarrillos en la última década estaría reduciendo el impacto de las políticas de control de tabaco adoptadas en nuestro país, perjudicando en mayor medida a los sectores sociales más vulnerables.
«En el escenario actual, y aun con los aumentos de precios de los cigarrillos del último año, que han sido más significativos que en años anteriores, la ausencia de una política fiscal diseñada con objetivo de salud pública, hace que nuestro país tenga uno de los cigarrillos más baratos y accesibles del continente y del mundo», aseguró Germán Rodriguez Iglesias, economista de FIC Argentina y autor de la investigación.
Más información sobre impuestos al tabaco click aquí