Estas enfermedades constituyen la principal causa de muerte en nuestro país y en el mundo. Argentina debe implementar políticas públicas que intervengan sobre los factores de riesgo de estas enfermedades para controlarlas y prevenirlas.
(Buenos Aires, 9 de diciembre) Las encuestas oficiales presentadas este año dan cuenta de que el 66,1% de la población adulta tiene exceso de peso, el 22,2% consume tabaco y el 64,9% realiza poca actividad física (ENFR 2018). En niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años, en base a la ENNyS 2018, el exceso de peso es del 41,1% y en menores de 5 años, 13,6%. En lo que respecta a consumo de alcohol, según la EMSE 2018 el 77,1% de los adolescentes consumió alcohol por primera vez antes de los 14 años y la prevalencia de consumo episódico excesivo (más de 5 tragos en una sola oportunidad) fue del 63,1%. Estos factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles (ENT) pueden ser controlados y evitados a partir del diseño, implementación y monitoreo de políticas públicas efectivas que busquen modificar los entornos y promover hábitos más saludables.
“A días del cambio de gobierno, desde FIC esperamos que la agenda de las enfermedades no transmisibles sea incorporada como un tema prioritario durante la gestión. Estas enfermedades representan una epidemia que está en aumento, tanto en Argentina como en el mundo, debido a los malos hábitos de la población como la mala alimentación, el tabaquismo y el sedentarismo. Este escenario demuestra que es necesario implementar políticas de salud efectivas con urgencia”, señaló Belén Rios, codirectora ejecutiva de FIC Argentina.
Entre las medidas prioritarias para detener el aumento de los factores de riesgo de las ENT, se encuentra el etiquetado frontal de advertencias, como un instrumento indispensable para que los consumidores sepan qué están consumiendo y puedan reconocer cuándo un producto tiene contenido excesivo de algún nutriente crítico. En materia de políticas alimentarias, también es necesario regular la publicidad de comida chatarra y aumentar los impuestos a los productos no saludables, a fin de desincentivar su consumo.
En cuanto a políticas de control de tabaco, es prioritario que Argentina ratifique el Convenio Marco para el Control del Tabaco. Actualmente es el único país de la región, y uno de los pocos del mundo, que todavía no lo ratificó. A su vez, es necesario aumentar los impuestos al tabaco, de forma que impacten en un aumento significativo del precio de los cigarrillos y una prohibición total de publicidad, incluyendo los puntos de venta.
Todas estas políticas de salud deben estar basadas en evidencia científica y diagramadas de forma independiente a las empresas que producen y comercializan productos no saludables. “Esperamos que haya voluntad política para avanzar con políticas efectivas de prevención de enfermedades no transmisibles y, de esta forma, se garantice el derecho a la salud de la población”, concluyó Belén Rios.
Según la Secretaría de Salud, las ENT en su conjunto son responsables de más del 60% de las muertes, 80% de las cuales ocurren en países de bajos y medianos ingresos. Las principales ENT son la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la enfermedad renal, y se caracterizan por compartir los mismos factores de riesgo: consumo de tabaco, alimentación inadecuada, consumo nocivo de alcohol y falta de actividad física.