El 66,1% de la población adulta tiene exceso de peso, el 64,9% realiza poca actividad física y el 22,2% consume tabaco según la encuesta oficial. Estos indicadores demuestran la falta de políticas públicas que fomenten la adopción de hábitos más saludables y, en paralelo, dan cuenta de la falla en la implementación de las medidas vigentes.
(Buenos Aires, 17 de abril) La Secretaría de Gobierno de Salud y el INDEC presentaron esta semana los primeros resultados de la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de las Enfermedades No Transmisibles. Una de las cifras más alarmantes es la del peso de la población que muestra que el 66,1% tiene exceso de peso, donde el sobrepeso alcanza al 33,1% de la población y la obesidad al 32,4%, en base a la medición objetiva.
“El exceso de peso y específicamente la obesidad vienen aumentando de forma sostenida durante los últimos años y así lo reflejan las encuestas anteriores. Estos resultados, lamentablemente, no son una novedad. El problema es que, conociendo esta tendencia, el Estado no implementó políticas que busquen desincentivar el consumo de alimentos de baja calidad nutricional e incentivar el consumo de alimentos más saludables. La falta de políticas públicas explica por qué los resultados de la encuesta son tan negativos”, señaló Lorena Allemandi, directora del área de políticas de alimentación de FIC Argentina. Y agregó: “La evidencia y la experiencia de otros países que están avanzando en mejorar los entornos alimentarios de la población, demuestran que son los Estados quienes deben implementar un paquete de medidas que incluye la promoción de entornos escolares saludables, el etiquetado frontal en los alimentos, las políticas fiscales a los alimentos y bebidas no saludables, entre otras”.
La ausencia de políticas públicas que fomenten la adopción de hábitos más saludables también se evidenció a partir de otros resultados de la encuesta: el 64,9% indicó un bajo nivel de actividad física mientras que en la medición anterior (2013) fue del 55%. En base a las recomendaciones de la OMS, es necesario que la Argentina diseñe un plan nacional que promueva la implementación de distintas medidas que faciliten la práctica de actividad física.
Por su parte, el consumo de tabaco sigue siendo muy elevado a pesar de que la encuesta reflejó una baja de tres puntos porcentuales respecto a la medición anterior: en 2013 el 25,1% consumía tabaco y en la última encuesta el 22,2% de la población. “Es muy positivo que el consumo vaya disminuyendo pero se trata de una disminución baja. En un marco donde, desde el 2011, está vigente la ley nacional de control de tabaco, sería esperable que el consumo descienda más de encuesta a encuesta. Existen fallas en la implementación de la normativa, especialmente en lo referido a la prohibición de publicidad de cigarrillos. Además, la encuesta mostró una baja muy leve en la exposición al humo ajeno en bares y restaurantes lo que también deja en evidencia el incumplimiento a la normativa de ambientes libres de humo”, declaró Marita Pizarro, codirectora ejecutiva de FIC Argentina y directora del área de tabaco de la organización.
Las enfermedades no transmisibles son responsables del 73,4% de las muertes en la Argentina. Sus principales factores de riesgo pueden ser controlados y evitados a partir del diseño, implementación y monitoreo de políticas públicas efectivas que se propongan modificar los entornos y promover hábitos más saludables. Estas políticas, además de estar basadas en la evidencia científica, deben ser diagramadas de forma independiente a las empresas que producen y comercializan productos no saludables. “Esperamos que este escenario tan preocupante sea un impulso para que exista voluntad y decisión política de avanzar con medidas que garanticen el derecho a la salud de la población”, concluyó Marita Pizarro.