Frank Chaloupka
Publicado el viernes 1 de diciembre de 2017
El consumo de tabaco y la exposición al humo ajeno provocan enfermedades y muertes que pueden ser evitadas.
Los hábitos alimentarios no saludables favorecen la aparición de enfermedades que empeoran la calidad de vida.
El consumo problemático de alcohol es uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles.
El sedentarismo afecta a gran parte de la población e incrementa las posibilidades de adquirir enfermedades.